La lengua menos hablada del mundo la hablan cinco personas. Esto puede parecer una verdadera tragedia cultural, pero los lingüistas saben que, por desgracia, la muerte de una lengua no tiene nada de excepcional.
La desaparición de lenguas y dialectos es, de hecho, un fenómeno extremadamente frecuente y casi irreversible, resultado de la continua evolución de la lengua hablada por las diferentes comunidades de la Tierra.
¿Por qué desaparecen las lenguas?
Las razones por las que las lenguas desaparecen están relacionadas con la historia de la comunidad de hablantes de esa lengua. Si la comunidad se reduce en número debido a acontecimientos como la guerra, las epidemias o el hambre, la lengua se convierte potencialmente en una lengua en peligro.
Acontecimientos menos traumáticos pero al mismo tiempo decisivos para la extinción de una lengua son la colonización (militar pero también simplemente cultural) por un pueblo mucho más grande, cuya historia pasa por un momento de "ascendencia".
Es muy fácil imaginar cómo las nuevas generaciones prefieren descuidar la lengua tradicional para aprender la de los "colonizadores" o cómo empiezan a mezclar las dos lenguas para diluir su lengua materna haciéndola casi irreconocible.
Además, no hay que olvidar que dentro de un mismo Estado y pueblo existen muchas lenguas dialectales que, debido a la homologación lingüística dictada por la institución educativa, han desaparecido. En Liguria, Lombardía y otras regiones del norte de Italia, por ejemplo, la generación más joven es incapaz de hablar el dialecto y a menudo es incapaz de entenderlo.
La lengua menos hablada del mundo se llama Zàpara
Hay muchas lenguas que sólo son habladas por un puñado de hablantes. La mayoría son lenguas muy antiguas que han sobrevivido en comunidades aisladas.
Unas 19 lenguas se han extinguido en Camboya desde principios del siglo XX, sustituidas por la invasión política y cultural de los jemeres rojos. En la actualidad, sólo hablan S'AOCH diez personas que se autodenominan Taowk, que significa "gente sin valor".
La lengua menos hablada del mundo, al menos según los datos de 2001, se llama Zàpara.
Esta lengua sobrevive en una región oculta de la Amazonia llamada Pastaza, que se encuentra dentro de las fronteras del estado de Ecuador. En la actualidad, sólo cinco personas hablan zàpara, lo que ha requerido la intervención de una organización internacional.
Para preservar esta verdadera reliquia lingüística, la Unesco decidió pedir a los cinco ancianos záparos que enseñaran su lengua y a 20 niños, y no sólo eso, también a un lingüista capaz de estudiar las construcciones y elaborar una gramática zápara.
¿Pueden salvarse las lenguas menos habladas del mundo?
Como demuestra la iniciativa de la UNESCO, es posible intentar salvar las lenguas menos habladas del mundo. Las primeras medidas para evitar la desaparición total de las lenguas menos habladas del mundo incluían la grabación y el archivo de material de audio, su amplia difusión y, por supuesto, el estudio de las huellas lingüísticas que dejan las lenguas en peligro. También se han creado instituciones para salvaguardar el patrimonio lingüístico internacional. En algunos casos, la estrategia ha funcionado: el hawaiano era una lengua en peligro de extinción, pero ahora se considera una "lengua revitalizada". También han seguido un camino similar el hebreo y el maorí (hablado en Nueva Zelanda).