El término transcripción se refiere al trabajo de transcribir las palabras de un archivo de audio grabado, en la mayoría de los casos, en directo en diversos eventos.
Es una palabra derivada de las bobinas de cinta magnética en las que antiguamente se grababa el audio para su transcripción. Hoy en día, el término sigue utilizándose a pesar de que los avances tecnológicos han dejado absolutamente obsoleto el uso de grabadoras y carretes. Esto es lo que ha ocurrido con el ahora inutilizado disquete, que se ha convertido en el icono universal del proceso de almacenamiento de datos digitales.
¿Qué es la transcripción de audio?
Como ya se ha mencionado, la transcripción de audio hoy en día es la transcripción de las palabras grabadas en los archivos de audio. Hay diferentes niveles y tipos de tratamiento, que responden a diferentes necesidades.
La transcripción básica se limita a transcribir un texto palabra por palabra, omitiendo incluso los signos de puntuación, a excepción de los puntos suspensivos en una frase. Tampoco se realiza ninguna edición gramatical, por lo que el resultado es perfectamente coherente con lo que dicen los hablantes.
El "refinamiento" del texto resultante del flujo básico se denomina flujo avanzado. En esta fase se realizan correcciones gramaticales, se inserta la puntuación necesaria para facilitar la lectura del texto, se identifican los diferentes oradores y se indican los minutos (es decir, un registro en el que se indica el minuto de inicio y el final de cada intervención).
La transcripción integrada o transcripción literal es más bien un tipo de transcripción destinada a enriquecer el texto con una serie de informaciones auxiliares que ayuden al lector a comprender mejor lo ocurrido durante la grabación. En este tipo de flujo, hay incluso referencias al ruido ambiental, a los estados de ánimo del orador o del público, a las voces que se superponen, etc.
Las principales dificultades para transcribir archivos de audio
El objetivo final de la transcripción (a partir de la versión avanzada) es la creación de textos fáciles de archivar, utilizar y distribuir. Por ello, hay que prestar especial atención a la calidad formal del texto producido al final del proceso, sobre todo si el objetivo de toda la operación es de carácter popular.
La principal dificultad de la producción de texto por transcripción radica en superar los problemas de calidad de audio que podrían hacer ininteligibles partes del discurso. En el caso de la transcripción de audio en un idioma extranjero, estos problemas también pueden verse agravados por las dificultades relacionadas con el acento del hablante o el uso de un lenguaje técnico o especializado, lo que en realidad aumentaría la dificultad de comprensión del discurso incluso si se realizara en la lengua materna del desplazado.
Independientemente de la lengua en la que se pronuncie el discurso, una transcripción bien realizada es aquella que produce un texto correcto en todas sus partes y fácil de leer, tanto desde un punto de vista estrictamente sintáctico como desde el punto de vista del formato.